El domingo, tras haber descansado un par de horas, nos fuimos a hacer de guiris por Betlhem. Las visitas a las asociaciones estaban programadas a partir del lunes así que teníamos esa tarde para hacer turismo por la Ciudad Santa.
Visitamos la Iglesia de la Natividad y la cueva donde nació Jesuscristo. Era nuestra primera salida del hotel y empezábamos a coger conciencia de donde estábamos.
Algunas de nosotras nos emocionamos. Habíamos hablado tanta veces de Palestina,de la ocupación, habíamos estado en tantas manifestaciones…y ahora estábamos allí.
Pero no queremos ponerle drama al asunto. Los palestinos y palestinos son fuertes y resisten. Y nosotros tenemos que seguir su ejemplo. Así que para quitarnos la emoción de encima nos fuimos a tomar unas cervezas y a comprar unos souvenirs.
Sin embargo, estas tierras no te dejan distraerte mucho tiempo. La opresión está presente en cada esquina, en cada metro, como los miles de mtros del muro de la vergüenza que visitamos aquella tarde.
“Nos chupa la energía”, “Estoy de bajón”, “Lo he visto mil veces en la tele pero cuando lo ves en persona impacta”, éstas eran algunas de las frases de las mujeres de la dele tras ver el muro.
Decidimos volver al hotel. Hacer de guiris se había acabado y al día siguiente comenzaría el trabajo de verdad.
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